Hoy le quiero compartir algo acerca de esto.
De lo que se deben tratar las
relaciones es de agregar valor. Dios nos llama a encontrar la manera
diferenciada por medio de la cual agregamos valor a las personas con las cuales
compartimos en la vida, ya que no son iguales las formas a través de las cuales
se agrega valor a un padre, a un hijo, hermano, amigo, prometido, primo, tío,
cuñado, compadre, etc. Hay algo claro, en el fondo siempre debe estar lo mismo,
Jesús, ya que no hubo, no ha habido ni habrá, una manera más perfecta para
agregar valor a alguien que como lo hizo Él en la Cruz del calvario. Pero sí
debemos tener en cuenta que la forma está sujeta a cambios dependiendo del tipo
de relación que tenemos con las personas.
En este sentido, vamos a hablar
de uno de los temas quizá más controvertidos en cuanto a cómo es la manera en
la que se debe agregar valor: la amistad y el noviazgo, dado que son temas que
se han pensado y adaptado por la cultura a una forma relativa que no debería
existir, y la cual se puede aclarar y absolutizar a la luz de la Palabra de
Dios, a fin de hacer Su voluntad.
Según la Biblia sólo existen tres
estados:
Virgen – Casado – Viudo. Esto
quiere decir que no existe ni novio ni divorciado.
Lo primero es diferenciar que
Dios no habla nunca en la Biblia de un estado de “Noviazgo”. Debemos estar
claros en que ha sido un estado relativo inventado por el hombre y que
constituye la forma más fácil, reforzada y relativa de intentar encajar una
relación con características matrimoniales dentro de lo que debería ser una
amistad. (En el próximo post hablaremos sobre la amistad). Por ahora
hablaremos del estado de virginidad.
Vamos a la definición del estado
de Virginidad:
“La virginidad, en términos generales, es el estado en el que un
proceso u objeto cualquiera se mantiene sin haber sufrido NINGUNA ALTERACIÓN desde
su origen.”
Esta definición se refiere a proceso u objeto, pero yo me pregunto ¿A qué se le llamaría una alteración en el ser humano? Biológicamente
hablando, podríamos decir que una alteración realmente significativa en un ser
humano sería que cambie su ADN, por ejemplo. Lo cual es posible. Conozco el
caso de una persona en los EUA quien sufre infartos todo el tiempo pero no
muere, ni se da cuenta que los tiene, aunque su médico sabe que esto es muy
perjudicial para ella ya que como todos sabemos, cada vez que hay un infarto en
el corazón hay posibilidad de muerte, y aunque se actúe con prontitud, siempre
ocurrirá que una parte de este queda dañada, inútil, inservible, muerta. Según los
análisis que le ha realizado su médico, una causa de que le suceda esto a esta
persona es que su ADN se altera constantemente.
¿A qué se refiere la palabra alteración?
- Cambio de las características normales o esencia
de algo
- Cambio negativo en el estado normal de algo
- Pelea o perturbación del orden
- Cambio negativo del estado de ánimo de una
persona, enojo.
Tal como la persona que sufre
cambios constantes en su ADN una parte de su corazón muere cuando ocurre esta
alteración, así mismo una parte de nosotros muere cuando cambiamos nuestro
estado normal, es decir cuando se altera nuestro estado de virginidad. Si
tenemos un corazón con partes muertas, ¿Serviría este para dárselo a alguien
que necesitare un trasplante? Claro que no. Nuestro corazón ya no vale lo que
vale uno que esté completamente sano y que nunca haya sufrido alteraciones. De
este mismo modo, lo que pasa en nosotros es que cuando se altera nuestro
estado de virginidad se nos ha quitado valor.
Como cuando una parte del corazón
ha quedado dañada e inútil aparecen problemas como arritmias o bloqueos anormales
de las arterias, se hace necesario que se implante un marcapasos o
desfibrilador para que pueda seguir funcionando, así mismo cuando se ha
alterado nuestro estado de virginidad, necesitamos instalar algo de vital importancia en nuestro corazón, necesitamos “instalar” a DIOS, para que aquello que
ha sido dañado en nosotros, sea restaurado y siga funcionando a pesar de haber
sufrido alteraciones, ya que donde está Dios no hay posibilidad de que haya desorden
ni anormalidad, basta con ver la Creación.
Mantenerse en estado de
virginidad es garantía de que no suframos alteraciones, es decir que no haya
perturbación del orden, que no haya cambios negativos, desordenados, o que
modifiquen nuestro estado normal.
¿Por qué es a Dios a quien necesitamos para seguir funcionando a pesar
de las alteraciones y manteniendo nuestro estado de normalidad?
Porque es Él quien nos enseña la
única manera cómo debemos comportarnos con la persona con quien tenemos una relación
de amistad y a quien estamos conociendo durante nuestro estado de virginidad,
es decir antes de casarnos, a fin de que no se produzca alteración alguna en nosotros
y no hallemos todas las consecuencias que ya explicamos.
En conclusión, si hasta el ADN de
un ser humano puede cambiar, es obvio que aquello como los sentimientos y las
emociones también pueden sufrir alteraciones, es más, las sufren todo el tiempo.
De seguro le ha pasado que usted dice o escucha cosas como “qué persona tan
bipolar” o tal vez algo como “se le acabo el amor” o cosas por el estilo, esto se debe a que el comportamiento de estas personas está basado en sus emociones, cosa que no es estable. Es por esta razón que la
Palabra de Dios revela que el amor que tengamos por una persona y que debe ser
suficiente para entregar nuestra virginidad como sello de un pacto para
toda la vida, DEBE estar basado en una DECISIÓN, una decisión que se ha de
tomar con Dios siendo el primer testigo, ya que lo que tenga que ver con Dios no
está en función de los cambiantes deseos de la carne (emociones) sino que obedece a asuntos del
espíritu, y todo lo que se hace en función de este sólo tiene la tendencia a
PERMANECER. Por esto, quien quiere agregar valor a otra persona y agregarse
valor a sí mismo, no altera su estado de virginidad antes de dar su palabra delante
de Dios; después de comprometerse, sencillamente la relación sexual será el regalo que Dios da a una pareja para sellar su compromiso y por haber tomado la decisión de agregarse valor cada día, sin interrupción. Entonces, ya que todo está basado en el
sacrificio de Jesús en la Cruz, Dios sólo aprueba relaciones sexuales entre
casados, porque son estos quienes han prometido revestirse con la identidad de Cristo y en la calidad de un pacto irrompible e inmodificable, han decidido DAR SU VIDA EL
UNO POR EL OTRO HASTA EL FIN DE SUS DÍAS. En consecuencia, para que una persona
esté en capacidad de tomar la decisión de amar a otra, debe saber cómo se
entrega la vida, y esto SÓLO lo puede aprender conociendo a Jesús.
Así se agrega valor.
Para entender más cosas sobre por qué el amor es una decisión, es muy recomendable ver este video: El amor es una decisión
Dios le bendice.